Representación Indígena en el Audiovisual: Estereotipos y Redescubrimiento

El Día del Indígena varía en cada país de América Latina. En Brasil, lo celebramos el 9 de agosto y el 12 de abril, fecha de los pueblos indígenas brasileños. En otros países, como nuestros hermanos de América Latina, transformaron el 12 de octubre, Día de la Invasión de Colón, en el Día de la Resistencia Indígena. Este momento de reflexión y reparación es crucial para examinar cómo los pueblos indígenas han sido representados en el audiovisual y el impacto que esto ha tenido en nuestro imaginario colectivo. Después de todo, las imágenes tienen un poder considerable para influir en la percepción del espectador.

Indígena Brasileño

En Brasil, la presencia indígena en las pantallas está llena de estereotipos. Los pueblos indígenas suelen ser retratados como primitivos, exóticos y salvajes. Además, se perpetúa el mito de que hablan en tercera persona, lo que aleja aún más su verdadera identidad. A pesar de que su imagen ha sido popularizada en la literatura, especialmente en el Romanticismo, con la idealización del "buen salvaje", los actores indígenas reales siguen siendo prácticamente invisibles. Durante el Modernismo, hubo intentos de aproximar esta identidad a la cultura popular, pero el cine y la televisión todavía se han quedado atrapados en visiones reduccionistas y distorsionadas, perpetuando la falta de autenticidad y complejidad en su representación.

En la década de 1950, los indígenas eran frecuentemente presentados de forma cómica, alineándose con estereotipos coloniales. En las décadas siguientes, especialmente durante los años 1960 y 1970, surgieron intentos de reinterpretar esta representación, con figuras como el "indio caníbal tropicalista" y el "indio rebelde". Sin embargo, incluso con estos intentos, muchos filmes continuaron perpetuando visiones reduccionistas. La década de 1990 marcó un punto de inflexión, con la emergencia de los medios indígenas. Iniciativas como "Vídeo nas Aldeias" permitieron que los propios indígenas produjeran contenido audiovisual, ofreciendo una perspectiva más auténtica y diversa de sus culturas y realidades. Películas como Chuva é Cantoria na Aldeia dos Mortos reflejan este cambio, presentando narrativas que rompen con los estereotipos y exploran la complejidad de la identidad indígena contemporánea. No obstante, es importante destacar que, a pesar de estos avances, la presencia de actores indígenas en papeles significativos sigue siendo limitada. La mayoría de las producciones continúan siendo dirigidas y producidas por no indígenas, lo que influye en la autenticidad de las representaciones.

En el resto de América Latina, la representación de los pueblos indígenas en el cine ha evolucionado significativamente a lo largo de las décadas, reflejando tanto la lucha contra los estereotipos como la búsqueda de narrativas más auténticas y complejas. Inicialmente, durante las décadas de 1950 y 1960, el cine indigenista presentaba a los indígenas como protagonistas, enfatizando su nobleza y conexión con la tradición nacional. Sin embargo, estas representaciones a menudo carecían de profundidad, contribuyendo a la formación de estereotipos. Con el paso del tiempo, cineastas indígenas comenzaron a tomar el control de sus propias narrativas, lo que ha dado lugar a producciones más auténticas que desafían los clichés.

Indígena Estadounidense

En los EE. UU., la situación no es diferente. Los indígenas son frecuentemente retratados en los filmes del género del western. Este género se basa en la Marcha hacia el Oeste (1829-1870) y en la creencia en el Destino Manifiesto —la idea de que los estadounidenses tenían una misión divina para expandir su territorio hacia el Oeste, lo que llevó a conflictos y genocidio indígena. Estos filmes perpetuaron el mito del "salvador blanco", mientras los indígenas eran retratados como villanos. A esto se le añade el uso del "redface", en el cual actores blancos se "disfrazaban" de indígenas con maquillaje y aderezos, apropiándose de una cultura con el objetivo de disminuirla.

Rara vez vemos personajes indígenas con matices, personalidades, experiencias, culturas, identidades y complejidad. Esto refleja una tendencia histórica de representarlos solo en papeles estereotipados, como villanos o figuras místicas. Incluso cuando hay intentos de cambio, estos son escasos y a menudo superficializados. A pesar de ello, la contribución de los pueblos indígenas a la formación de la identidad y la cultura latinoamericana es inmensa y fundamental.

Además, las mulheres indígenassuelen ser representadas de manera sexualizada o como damiselas en apuros, a menudo sin voz ni agencia. Pocahontas, por ejemplo, romantiza la historia, borrando las complejidades de la vida indígena y la violencia en un romance idealizado, transformándola en un cuento edulcorado. Estos estereotipos y la ausencia de representaciones auténticas resultan no solo en la invisibilidad de un pueblo tan importante para nuestro continente, sino también en el desempleo y la marginación de los indígenas en la industria cultural y más allá.

Memorias del Día del Indio

En mi escuela primaria en Brasil, era común aprender sobre el Día del Indio (en abril). Cuando crecí y las discusiones sobre diversidad empezaron a tomar más fuerza, me di cuenta de los problemas de esta celebración, tanto en el nombre como en la manera en que se abordaban las actividades —generalmente, nos vestían con disfraces, accesorios y pinturas.

Originalmente instituido en 1943, este día tenía como objetivo reconocer y valorar las culturas indígenas, pero con el tiempo, algunos comenzaron a verlo como una representación estereotipada y reduccionista de la diversidad indígena. La crítica al término "indio" es pertinente; muchos líderes y estudiosos indígenas prefieren el término "indígena", ya que consideran que el primero lleva connotaciones peyorativas e históricas de prejuicio. Esta reflexión ha llevado a cambios significativos. En 2022, el nombre de la fecha fue oficialmente cambiado a "Día de los Pueblos Indígenas", con el objetivo de reconocer la pluralidad y riqueza de las culturas originarias de Brasil.

Movimientos Indígenas y Redescubrimiento

Desde los años 1990, los movimientos indígenas y de derechos humanos han ayudado a cambiar este panorama. El cine indígena comenzó a florecer, con cineastas indígenas contando sus propias historias. Bolivia, México, Brasil y Ecuador han sido líderes en este movimiento, y hoy en día hay más visibilidad tanto delante como detrás de las cámaras. Festivales especializados y plataformas como YouTube están democratizando el acceso a estas narrativas.

Esta transformación es esencial para la preservación de las culturas indígenas. Para desafiar las visiones dominantes, permitiendo una narrativa más diversa y auténtica de América Latina. Estamos siendo testigos del inicio de una nueva era de redescubrimiento, con premiaciones prestigiosas del audiovisual en EE. UU. viendo por primera vez la presencia indígena en 2024. A pesar de que el movimiento American Indian Movement (AIM) se fundó en 1968 para combatir la discriminación indígena, la transformación en la representación aún está en proceso.


 ¡Mantente conectado! Ven a Somos! Aquí, valoramos la diversidad de ser latino y promovemos conexiones increíbles. No olvides suscribirte a nuestra newsletter para novedades, consejos y contenido exclusivo sobre la América Latina que estamos redescubriendo juntos.

Categorías

es_COES