Cuando nos mudamos a un país ajeno al nuestro, muchas veces terminamos viviendo en un limbo, un espacio intermedio, entre fronteras. La frontera es más que una simple delimitación geopolítica; es una delimitación de cuerpos y de tiempo, un punto de contacto y transición. Todos vivimos entre fronteras. No llegamos a estar completamente en un lugar u otro; somos nuestro propio lugar, nuestra propia fluidez. La peculiaridad de aquellos que decidimos construir nuestros hogares —sea cual sea lo que entendemos por ello— es que hemos cruzado físicamente las delimitaciones geopolíticas, lo que conlleva un entrelazamiento con complejidades, negociaciones y yuxtaposiciones de privilegios y desventajas, especialmente en términos de cómo construimos nuestra concepción de ‘pertenecer’.
Esta reflexión surge tanto de mis propias vivencias como de la conversación que mantuve el pasado 2 de julio de 2025 con JC Candanedo, un artista multidisciplinario cuya obra explora temas de migración, desplazamiento y queerness. En este blog, quisiera compartir y profundizar en las ideas que emergieron durante ese diálogo, invitando a una reflexión conjunta sobre el migrar y el proceso de construir y encontrar comunidades en la diáspora.
Diálogo con JC Candanedo: Arte, Migración e Identidad
Al igual que JC, yo decidí mudarme a un país ajeno al mío, migrar —¡y migrante a mucha honra!—. El migrar es un proceso transfigurador. Aunque, como JC me comentó, la categoría no es más que un artilugio legal, que, en sí misma, de forma aislada, no significa nada. Sin embargo, cuando nos encontramos con grupos sociales en el extranjero, ya sean nacionales o, como nosotros, foráneos, la categoría de “migrante” puede delimitar, de cierta forma, qué tan fácil o difícil nos resulta construir nuestros propios conceptos de hogar. Por lo tanto, no podemos escapar de la idea de ser migrantes; lo somos, pero también somos un sinfín de intersecciones más allá de eso. En este blog, me enfocaré primordialmente en este aspecto.
Al migrar, desde mi experiencia, uno debe aprender a navegar entre la emoción de encontrarse con lo conocido y lo nuevo, el replantearse preconceptos, el extrañar, el imaginar futuros y el reconstruirse bajo nuestros propios términos. Como me comentó JC, encontrar y formar comunidades en la diáspora es fundamental, pero a la vez es un proceso tan orgánico e íntimo que no existe una guía que se ajuste a todas las personas. No obstante, hay varios puntos en común que nos permiten adentrarnos en un nuevo espacio, especialmente pensando en la solidaridad: comunidades a las que podemos tener acceso, ya sea desde antes de viajar, por medio de familia, amigos, idiomas compartidos, cultura, profesión o estudios. Aunque, muchas veces, también es una cuestión de suerte.
Experiencias de JC en Cataluña, Nueva York e Inglaterra
JC comenzó su viaje como migrante a los 23 o 24 años. Siendo panameño y catalán, decidió migrar a Cataluña con la intención de continuar sus estudios y explorar sus raíces catalanas. Vivió con parte de su familia, habla el idioma, sigue las costumbres culinarias y, en general, no se sentía como foráneo, como migrante. No obstante, fueron otros los que lo marcaron como migrante. Lo señalaban como "sudaca", una expresión discriminatoria hacia las personas que vienen de América a España-Cataluña. Pero esta expresión, aparte de ser alienante, era errónea. Como JC me comentó, en todo caso él es un "centraca", ya que Panamá forma parte de Centroamérica, pero no es que a esas personas les importara ser geográficamente precisos.
Hablamos de cómo, luego de su experiencia en Cataluña, vivió en Nueva York y, más tarde, en Inglaterra. En Nueva York, se autodenominó "expat". Fue una forma de encontrar, mediante esta expresión gentrificada, una manera de evadir las incomodidades que vivió al ser categorizado como "migrante" e "inmigrante" en Cataluña. No obstante, hay un gran poder en apropiarse de estas expresiones que generalmente se usan de manera discriminatoria.
Su experiencia al migrar a Inglaterra fue completamente diferente. Londres es un crisol de culturas que da lugar a una fluidez y acogida a las diversidades. Claro que también existe la discriminación y alienación. Sin embargo, para JC, debido a la gran presencia activa de la diáspora en Londres y a las comunidades creativas, el poder encontrar y producir comunidades fue mucho más amigable que en Cataluña.
Mi Jornada Personal en Inglaterra
Mi experiencia fue algo similar. Llegué a Inglaterra hace ya cuatro años. Vine pensando en estudiar, pero encontré y creé un espacio para explorar quién soy. Encontré y construí un sentido de comunidad con otros ciudadanos del mundo, que, si bien algunos se quedaron en Inglaterra, otros se fueron a explorar otras geografías hasta encontrar un lugar en el cual echar raíces, mientras que algunos volvieron a sus países de origen.
Claro que dentro del proceso de encontrar y crear comunidades existen muchas tensiones y deseos de pertenecer al lugar en el que nos encontramos. Al igual que JC, yo también intenté al principio distanciarme de las comunidades que compartían mi geografía de origen, con la idea de que, tal vez, si me asimilaba por completo, sería más fácil pertenecer. Una idea muy incorrecta, como ahora puedo ver. No hay una receta secreta ni un camino sin incomodidades, pero algo que creo que es muy importante, y que mencionaba al principio, es abrazar la idea de vivir entre fronteras. No negar de dónde venimos y no cerrarnos a fluir, a encontrar un punto medio entre adónde vamos, dónde estamos, cómo llegamos y quiénes ya estuvieron aquí antes que nosotros.
La Importancia de los Espacios de Inclusión: El Caso de Noria
Como hablábamos con JC, es importante admitir y apropiarse de este estado de constante transeúnte, sobre todo para quitar el estigma. Las personas siempre encuentran formas de recordarte que no naciste allí, que no tienes los mismos contactos ni acceso a los mismos lugares. Siempre existirá la frontera, y eso es algo con lo que debemos lidiar. Por lo tanto, es crucial crear espacios, tanto físicos como virtuales, que nos ayuden a generar oportunidades, acceso, contactos y el tiempo necesario para construir nuestros hogares en geografías que no son las nuestras, siempre respetando y buscando un punto medio con las comunidades ya existentes.
Es justamente ahí que Noria, una iniciativa colectiva dirigida por JC y Sandy Abdelrahman, cobra gran importancia. Ellos se preguntan qué significa emigrar al Reino Unido en los tiempos que vivimos, y, especialmente, qué implica sentirse incluidx o excluidx. El colectivo invita a personas de la mayoría global, pero especialmente a latinxs y personas árabes del norte de África, a apoyar en la construcción de estos espacios.
Como comentábamos con JC Candanedo, la exclusión no se trata necesariamente del rechazo físico o explícito; también está marcada por la ausencia y alienación de cuerpos e identidades con las que uno se identifica. Noria busca crear espacios y encuentros seguros en los que la gente que vive en la diáspora se sienta incluida. Esto lo logran mediante programas y consultorías culturales. Actualmente, están llevando a cabo una serie de talleres titulada EMBRACE [Abrazar], donde abordan temas como la solidaridad, el racismo entre nosotros dentro de nuestras propias comunidades, y la conexión con nuestras voces ancestrales, entre otros. Todos estos temas los exploran a través de prácticas creativas y artísticas.
Migración como Unión
Las actividades son gratuitas y, personalmente, creo que son un ejemplo de cómo, por medio de espacios físicos, podemos explorar nuestras identidades a través de la vulnerabilidad, mientras creamos nuevos lazos. Así como SOMOS busca conectar a latinos en Europa, creo que iniciativas como Noria y otras deben unirse para crear formas colectivas, tanto físicas como digitales, que ayuden a encontrar nuestras comunidades en el extranjero y a convertir lo foráneo en nuestro hogar, en nuestros propios términos. Es a través de la solidaridad entre individuos y colectivos que podemos verdaderamente crear comunidades saludables, en las que el apoyo mutuo y el respeto por nuestras diferencias sean claves para celebrar nuestra presencia, donde sea que estemos y a donde sea que vayamos.
En SOMOS, creemos que la migración es un proceso de constante transición y reinvención. Somos un espacio de acogida, información y solidaridad para latinos en Europa. Si estás migrando o viviendo fuera de tu país de origen, ¡únete a nosotros! Con cada experiencia de inmigrante, ayudamos a construir redes de apoyo, fortalecer lazos y transformar lo extranjero en hogar.