Se ha registrado un aumento preocupante de la xenofobia y del discurso de odio en Europa en 2025, según informes de la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales y del Consejo de Europa. Aunque la xenofobia no se define universalmente como un delito aislado, sus manifestaciones, especialmente el discurso de odio y los crímenes motivados por prejuicio racial o étnico, están penalizadas en toda la Unión Europea. En la práctica, el humor y las microagresiones en contextos sociales e informales aún perpetúan actitudes xenofóbicas. Los niños inmigrantes se encuentran entre los grupos más vulnerables. Como lo demostró recientemente un caso que conmovió a Brasil, en el que un niño tuvo que amputarse la punta de los dedos tras sufrir violencia escolar en Portugal. Esta guía ofrece información y estrategias prácticas para que padres y responsables orienten a sus hijos a reconocer y enfrentar la xenofobia.
Por qué los niños inmigrantes son más vulnerables
Los niños inmigrantes están entre los grupos más expuestos al discurso xenofóbico, especialmente en la escuela. Comentarios hechos como broma pueden afectar la salud emocional, la autoestima, el sentido de pertenencia y el desarrollo social. También pueden generar aislamiento y trastornos emocionales. Los padres deben estar atentos a señales de discriminación, como ofensas repetidas, exclusión social o cualquier forma de violencia relacionada con la nacionalidad, origen étnico, acento o cultura del niño.
El racismo se centra en características físicas o biológicas presumidas para jerarquizar grupos, mientras que la xenofobia se enfoca en la aversión, hostilidad o exclusión de personas por ser extranjeras o de un origen nacional diferente, independientemente de su raza. Tanto las manifestaciones de racismo (odio basado en la raza, el color o el origen étnico) como de xenofobia (odio basado en la nacionalidad o el origen nacional) están criminalizadas y sancionadas por la ley.
Cómo hablar con su hijo sobre xenofobia
Es fundamental abordar la xenofobia de manera abierta. Para los niños más pequeños, explicaciones simples y ejemplos cotidianos ayudan a identificar situaciones injustas. Los adolescentes pueden participar en discusiones más complejas sobre prejuicio, identidad y derechos. Es esencial reforzar que la culpa nunca es del niño y que buscar ayuda siempre es lo correcto. Enseñar al niño a protegerse no significa alentarlo a reaccionar con violencia. Significa ayudarle a reconocer situaciones de riesgo, buscar adultos de confianza y desarrollar autoestima. Es importante que comprenda que los ataques xenofóbicos no definen quién es.
Muchos niños no verbalizan experiencias de discriminación, pero muestran su sufrimiento a través de su comportamiento. Cambios bruscos de humor, caída del rendimiento escolar, aislamiento social, miedo a asistir a la escuela o quejas físicas frecuentes deben ser observados cuidadosamente. Para los adolescentes y adultos jóvenes, la xenofobia puede manifestarse como discriminación directa o indirecta, violencia y acoso. En el ámbito laboral, la preocupación principal es la retaliación, pero cualquier acto perjudicial posterior a una denuncia se considera nulo.
El papel de la escuela y cómo dialogar con la institución
Al identificar señales de xenofobia, involucre a la escuela de inmediato. Registre los episodios, mantenga comunicaciones por escrito y solicite reuniones con profesores o coordinación. Esto crea un historial formal y aumenta las posibilidades de una intervención eficaz. Además de reaccionar a los incidentes, las escuelas deben prevenir la xenofobia mediante una cultura inclusiva. Los programas de educación sobre diversidad, clases sobre distintas culturas y la promoción de la empatía deben formar parte del currículo. La prevención activa crea un ambiente seguro donde los niños inmigrantes se sienten incluidos y el humor xenofóbico o las microagresiones no se normalizan.
Si la escuela no actúa, es posible reportarlo formalmente a una autoridad superior, siempre conservando registros de todas las comunicaciones. Paralelamente, se puede buscar apoyo legal o de organizaciones de derechos humanos. Considerar la contratación de un abogado o defensor público es recomendable. En algunos casos, la exposición pública en redes sociales o medios de comunicación puede presionar a la escuela para que actúe rápidamente.
Cuándo buscar ayuda externa
En situaciones persistentes o traumáticas, buscar ayuda externa es crucial. La psicoterapia especializada, grupos de apoyo para familias inmigrantes y la orientación jurídica son herramientas fundamentales. Recuerde que el estatus migratorio de la familia no afecta el derecho a denunciar cualquier acto discriminatorio.
Amplie sua rede de suporte com a SOMOS
Crear un entorno seguro y acogedor para los niños inmigrantes requiere información, apoyo y acceso a recursos confiables. En SOMOS, encontrará exactamente eso: un espacio para toda la comunidad latina, acogedor, accesible y a un clic de distancia. Tendrá acceso a historias únicas, consejos prácticos, guías completas y especialistas listos para ayudarle a usted y a su familia a prosperar en el extranjero.
Inscríbase en nuestro newsletter y únase hoy a la plataforma SOMOS para seguir recibiendo orientación y herramientas que le permitan disfrutar de Europa con seguridad.





