Mi historia en el arte comenzó desde pequeño, siempre dibujando, en clase, en España desde los 5 años, dibujaba siempre pero nunca pensé que se podía vivir de esto, y no sabía tampoco que quería ser cuando sea mayor, hasta que descubrí el tatuaje cuando tenía 18 años y me encantó, podía hacer algo que me gustaba y ganar dinero.
Mientras trabaja de limpieza de 5am-7am y luego iba al college, traté de meterme en estudios para ser aprendiz pero nunca me aceptaron en ninguno, pero no me desanimaba porque en verdad aún no tenía claro que quería hacer con mi vida 100% y solo quería perfeccionar mi calidad como tatuador, hasta que llegó cuarentena, y tuve mi primer contacto a la pintura y a otro tipo de arte, como la música o la moda, comencé a hacer todo y subirlo a redes sin importar que me iban a decir.
Luego de la primera cuarentena abrí mi primer estudio de tatuajes con 22 años, lo abrí solo por poder tener un lugar donde trabajar, ya que en esa época iba a casas de clientes, nunca lo hice “por negocio” pero ahí me di cuenta que por más que lo vea como arte, esto también es un negocio y se tiene que llevar enserio, lo llamé “Inka Tattoo studio” pero lo aprendí de mala manera luego de un año al no estar preparado para tener un negocio, mala administración y perderme, lo cerré.
Esperé un año para poder abrirlo de nuevo pero bajo otro nombre “El Museo” y lo hice mejor, más sabio, más concentrado y más enfocado y todo iba bien hasta que en ese lugar, luego de que los clientes se iban, me quedaba pintando hasta la madrugada, me enamoré de eso, de pintar, de expresarme a través del arte, hice varios y decidí organizar mi primera exhibición y ese día sentí que esto es lo que quería hacer el resto de mi vida, el tatuaje me gustaba pero esto era algo diferente, me cautivó y me despertó un nuevo sueño dormido, el sueño de mi abuelo, el ser pintor, vendí mis primeros 2 cuadros, uno en £500 y otro en £800 que me hacían reforzar más mi instinto de dejar todo, luego de varios meses de lucha interna decidí dejarlo todo, el nuevo estudio que ya llevaba 2/3 años funcionando, con todo lo que eso incluía, inversión, tiempo, proyecto.. por que sabía que esto era lo que de verdad quería ser y me lance al vacío sin pensarlo y en marzo de este año lo cerré completamente luego de mi 2 exhibición, para darle un cierre y un comienzo a mi nuevo camino.
Esperé un año para poder abrirlo de nuevo pero bajo otro nombre “El Museo” y lo hice mejor, más sabio, más concentrado y más enfocado y todo iba bien hasta que en ese lugar, luego de que los clientes se iban, me quedaba pintando hasta la madrugada, me enamoré de eso, de pintar, de expresarme a través del arte, hice varios y decidí organizar mi primera exhibición y ese día sentí que esto es lo que quería hacer el resto de mi vida, el tatuaje me gustaba pero esto era algo diferente, me cautivó y me despertó un nuevo sueño dormido, el sueño de mi abuelo, el ser pintor, vendí mis primeros 2 cuadros, uno en £500 y otro en £800 que me hacían reforzar más mi instinto de dejar todo, luego de varios meses de lucha interna decidí dejarlo todo, el nuevo estudio que ya llevaba 2/3 años funcionando, con todo lo que eso incluía, inversión, tiempo, proyecto.. por que sabía que esto era lo que de verdad quería ser y me lance al vacío sin pensarlo y en marzo de este año lo cerré completamente luego de mi 2 exhibición, para darle un cierre y un comienzo a mi nuevo camino.
A las 2 semanas me fui a Ecuador y Colombia por qué sabía que mi próximos proyectos serían sobre Latinoamérica, y al volver me sentía un poco perdido, dejé todo lo que creí que quería porque decidí cambiar de carrera, estaba seguro pero no sabía cómo iba a ser ni qué obstáculos nuevos iba a pasar, y en agosto pasó, hice el fue viral en Elephant and Castle sobre algo que siempre pensé desde que llegué acá, que no soy “other” que soy Latino y que estoy escribiendo mi historia.
Ahora con 27 años, ya no tengo dudas sobre mis proyectos ni sobre mi talento, tengo días buenos y malos, pero no falta de fe sobre lo que quiero y lo que voy a lograr, no tengan miedo de cambiar de carrera, o cambiar de situaciones o de empezar cualquier proyecto, yo pensé que ya sabía que quería hacer, pero con 22 años que iba a saber, ahora con 27 no me da miedo hacer cualquier proyecto y lanzarme, por qué nunca sabes a dónde te podrá llevar tu siguiente paso!
La historia de Dulier Vizuete está destacada en SOMOS
La historia de Dulier Vizuete nos enseña que, incluso en medio de dificultades e incertidumbres, es posible encontrar nuestro verdadero camino, uno que siempre ha estado con nosotros. Su mural es una declaración política y cultural que reclama espacio y voz para la comunidad latina, en un contexto inestable, marcado por políticas de (anti)inmigración.
Historias personales, recursos prácticos o simplemente hacer que otros se sientan vistos: plataformas como SOMOS están creando espacios donde nadie tiene que navegar solo y lo mejor de todo: es gratuito participar. ¡Seas bienvenidx!