Si estás planeando mudarte a Italia con tus hijos o deseas estudiar en una universidad italiana, preparamos una guía completa sobre cómo estudiar en Italia, con algunos detalles también sobre el Vaticano.
Escuelas y sistema educativo
En Italia, las escuelas públicas se dividen principalmente en dos tipos: comunali y stataliLa gran diferencia está en su administración: las comunali son gestionadas por los municipios, mientras que las statali están bajo el control del gobierno nacional, a través del MIUR (Ministerio de Educación, Universidad e Investigación).
¿La buena noticia? ¡Ambas opciones ofrecen educación gratuitadesde la infancia hasta la secundaria! Esto permite que cualquier niña, niño o adolescente acceda a la educación sin costo.
Si prefieres una alternativa distinta, también existen escuelas privadas..
En Italia, estudiar es prácticamente obligatorio de los 6 a los 16 años.Esta regla aplica tanto para italianos como para extranjeros. Durante este período, los estudiantes pasan por la escuela primaria (elementare) y luego por la secundaria (media y superiore).
Al finalizar la scuola mediallega el momento de elegir una especialidad para la secundaria superior (el famoso liceo, con opciones para todos los intereses:
- Liceo classico (para amantes de la filosofía y literatura)
- Liceo scientifico (ideal para futuros genios de las matemáticas y las ciencias)
- Liceo artistico (perfecto para personas con talento artístico)
- Liceo linguistico (para quienes desean dominar varios idiomas)
- Liceo musicale (para apasionados por la música)
- Liceo delle scienze umane (para estudiar comportamiento humano)
- Istituti:enfocados en una formación técnica o profesional para quienes desean ingresar directamente al mundo laboral.
Para los más pequeños, el asilo nido (guardería) y la la educación infantil (asilo) son opcionales. En cuanto a educación superior, es una decisión personal para quienes desean especializarse aún más.
Inscripción escolar
Si planeas inscribir a tu hijo o hija en una escuela en Italia, ¡el proceso es muy sencillo! Lo primero es contar con un permiso de residencia válido y, si aplica, el documento de identidad del estudiante.
La inscripción se realiza en línea,a través de la plataforma del Ministerio de Educación italiano. Allí deberás completar un formulario y elegir la escuela que más se adapte a las necesidades de tu hijo.
Material escolar y uniforme
En Italia, no es obligatorio el uniforme escolar en la mayoría de las escuelas públicas. Solo algunas privadas lo requieren.
Sobre los útiles escolares, ¡no te preocupes! Se consiguen fácilmente en supermercados, papelerías e incluso en línea. Y con el inicio del ciclo escolar (que suele ser a finales de agosto), muchas tiendas lanzan grandes promociones!
Aunque la educación pública es gratuita, los libros escolares suelen ser responsabilidad de las familias. Una práctica común para ahorrar es vender los libros del año anterior y comprar ejemplares usados.
Apoyo a estudiantes no nativos en Italia
Italia ha avanzado mucho en la inclusión dentro del sistema educativo, ofreciendo apoyo específico para niñas, niños y adolescentes que no tienen el italiano como lengua materna. El objetivo es que todos puedan integrarse y seguir el ritmo escolar.
En muchas escuelas públicas, los estudiantes recién llegados pueden acceder a clases de italiano como segunda lengua (L2), dentro o fuera del horario regular. La idea es desarrollar habilidades lingüísticas básicas cuanto antes.
Además, en escuelas con más del 20% de estudiantes extranjeros, la ley italiana prevé la presencia de docentes especializados en enseñanza de italiano para no nativos. Ellos adaptan el contenido curricular y dan seguimiento al progreso de los estudiantes.
Otras medidas habituales:
- Creación de Planes Educativos Personalizados (PDP) para estudiantes con dificultades lingüísticas.
- Uso de materiales visuales, juegos y herramientas digitales para facilitar la comprensión.
- Apoyo de tutores o profesores auxiliares.
- Acompañamiento al inicio del ciclo escolar, con reuniones entre la escuela y la familia.
Aunque estas políticas están cada vez más extendidas, el nivel de apoyo puede variar según la región y la escuela.
Aprender italiano no solo es clave para el éxito escolar, también es una puerta de entrada para conectar con la cultura y la vida cotidiana del país.
Escuelas internacionales y el Bachillerato Internacional (IB)
Si buscas una educación con enfoque global para tus hijos, las escuelas internacionales son una gran opción. Siguen programas educativos de otros países, y muchas ofrecen enseñanza bilingüe o totalmente en inglés.
Uno de los programas más reconocidos es el Bachillerato Internacional (IB), aceptado por universidades en todo el mundo. Actualmente, Italia tiene más de 30 escuelas que ofrecen este programa.
Estas escuelas no siguen el currículo italiano, por lo que suelen tener matrículas más altas, dependiendo del nivel, ubicación y servicios.
Educación en hospitales
Para niñas y niños que deben pasar tiempo hospitalizados, Italia cuenta con el programa La Scuola in Ospedale (Escuela en el Hospital). Les permite continuar con sus estudios mientras están en tratamiento, con un plan educativo adaptado (PEI).
Este servicio, ofrecido sobre todo en hospitales públicos, garantiza que no pierdan el año escolar.
Educación en casa (Homeschooling)
La educación en casa es legal en Italia, aunque no es muy común. Con la pandemia, esta opción ganó visibilidad. Las familias deben demostrar que tienen la preparación técnica y moral para educar adecuadamente.
Además, los estudiantes deben presentar evaluaciones anuales organizadas por el sistema público para demostrar su progreso.
Pregrado y posgrado
Si estás pensando en hacer una carrera universitaria en Italia, el proceso es bastante claro y hay dos formas principales de ingreso: accesso libero (sin examen de admisión) y accesso programmato (con examen obligatorio). En algunos casos, especialmente en institutos politécnicos,el ingreso se hace mediante procesos selectivos propios.
Uno de los exámenes más comunes es el TOLC, que evalúa conocimientos previos y tiene distintas versiones según la carrera.
Si tienes ciudadanía italiana o europea, el proceso es más sencillo: no necesitas visa de estudiante y tienes los mismos derechos que un ciudadano italiano. Sin embargo, deberás presentar la Dichiarazione di Valore. Para posgrados como maestrías o doctorados, también será necesaria la Declaración de Autenticidad del Diploma y del Historial Académico.
Documentos necesarios para estudiar en Italia
Aunque el idioma puede parecer una barrera, muchos programas de pregrado y posgrado se ofrecen en inglés, especialmente en áreas internacionales. Aun así, aprender italiano enriquecerá tu experiencia.
Estos son los documentos clave:
- Visa de estudiante y Permesso di Soggiorno: Si tu estadía es mayor a 90 días, necesitas una visa de estudiante. Al llegar, deberás tramitar tu Permesso di Soggiorno (permiso de residencia)
- Codice Fiscale: Es tu identificación fiscal y la necesitarás para abrir una cuenta bancaria, alquilar, comprar un chip de celular, e incluso para algunas matrículas.
- Tessera Sanitaria: Con el permiso de residencia puedes solicitar tu tarjeta de salud, que da acceso al sistema sanitario italiano.
- Dichiarazione di Valore: Documento que valida tus estudios realizados fuera de Italia.
- Registro en el Comune : Una vez con tu permiso de residencia, deberás registrarte en la municipalidad local. Este paso es necesario para acceder a varios servicios públicos.
Costos y becas
La universidad en Italia no es gratuita, pero sus costos son accesibles comparados con otros países. Además, hay becas propias y apoyos financieros, tanto por mérito académico como por situación económica.
¿Y el Vaticano?
Aunque se encuentra dentro de Roma, el Vaticano es un enclave independiente y cuenta con su propio sistema educativo, enfocado principalmente en la formación de clérigos y en la educación religiosa. Por otro lado, el sistema educativo italiano es laico y más amplio, orientado al desarrollo integral de los estudiantes. El acceso al sistema educativo del Vaticano también está disponible para extranjeros, aunque es mucho más específico en su enfoque. La ciudadanía vaticana no se otorga por nacimiento, sino que se concede exclusivamente a quienes trabajan para la Iglesia Católica y residen en el país.
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