En celebración del Día del Vino, las uvas están en el centro de atención en los medios. Pero hoy queremos hablar de una fruta nativa de América Latina que también está conquistando paladares: la jabuticabaelegida como la mejor fruta de Brasil y la segunda mejor del mundo en un ranking reciente de TasteAtlasAunque tuvo su auge como musa brasileña, hoy vamos a hablar de una fruta que construyó su propio camino hacia el é$xito: el arándano(blueberry). Pequeño, intenso y lleno de historia, ha sido símbolo de vitalidad y conexión con la naturaleza durante siglos.
Originario de América del Norte, el arándano fue utilizado ampliamente por los pueblos indígenas no solo como alimento, sino también como remedio natural. Rico en antioxidantes y nutrientes, siempre fue valorado por sus propiedades curativas. En el siglo XIX comenzó a exportarse y logró adaptarse a climas más cálidos, convirtiéndose en uno de los frutos más deseados a nivel global.
Más allá de sus beneficios para la salud, el arándano también tiene un fuerte significado cultural. En la literatura y la música, representa abundancia y renovación. En el folclore europeo —especialmente en tradiciones de brujería— se creía que sus hojas secas protegían contra las malas energías y que sus frutos podían romper hechizos. No por nada es conocido como el “fruto de la juventud” y el “rey de los antioxidantes”.
El arándano es una fruta versátil: se consume fresco, en mermeladas, jugos, postres ¡y hasta en platos salados! Su popularidad mundial no para de crecer, no solo por su sabor, sino por sus múltiples beneficios. Además, ha ganado espacio en las industrias cosmética y del bienestar, demostrando cómo un ingrediente tradicional puede adquirir nuevos significados y mercados con el tiempo.
Entonces, ¿por qué hablar de arándanos en el Día del Vino? Además de todas sus cualidades, el arándano también se utiliza para hacer vino. Aunque menos conocidos que los vinos tradicionales de uva, los vinos de arándano ofrecen una experiencia diferente y única al paladar. Estudios señalan que tienen incluso una actividad antioxidante superior a la del jugo puro de la fruta, potenciando sus beneficios.
Eso sí: los arándanos contienen menos taninos que las uvas viníferas, lo que puede resultar en vinos con menos cuerpo. Si eres fan de tintos robustos como Malbec, Cabernet Sauvignon o Tannat, quizá encuentres el vino de arándano más ligero y dulce. Aun así, es una opción curiosa e interesante para quienes buscan nuevas aventuras en el mundo del vino.
El fruto en sí puede recordar a una uva común, pero el vino… ah, el vino es otra historia. Nada como un buen Malbec, Cabernet Sauvignon, Tannat, País (Criolla), Bonarda, Carménère, Vischoqueña (Bolivia) o Quebranta (Perú) para brindar con identidad.
El arándano forjó su propio camino, así como lo hacen los migrantes latinoamericanos. Y lo mejor está por venir: ¡seguimos conquistando con sabor y color! SOMOS conecta a lxs latinxs, profesional y personalmente, ayudándoles a reconectar con sus raíces sin importar dónde estén. Suscríbete a nuestro newsletter y recibe cada semana recomendaciones, curiosidades, promociones exclusivas ¡y mucho más para seguir celebrando nuestra historia, juntxs!