Durante mucho tiempo, la comunidad LGBTQ+ fue estigmatizada y criminalizada en diferentes partes del mundo. Muchas religiones tildaron estas identidades como inmorales o pecaminosas. Con la llegada del colonialismo a América Latina y el Caribe, las prácticas sexuales y expresiones de género indígenas fueron sistemáticamente perseguidas y borradas. Las potencias occidentales impusieron sus propias creencias religiosas y culturales heteronormativas, muchas veces con violencia brutal. El colonialismo LGBTQ+ fue la fuerza que impuso la heteronormatividad y la monogamia como normas dominantes de la “civilización” occidental. Para muchxs, ajustarse a estas normas se convirtió en una forma de supervivencia y resistencia.
Prácticas Indígenas LGBTQ+
La diversidad de género y orientación sexual no es una invención reciente. Hay registros que muestran cómo muchos pueblos originarios del continente americano tenían enfoques diversos sobre estos temas:
- Guaicurús, Xambioás, Nambiquaras, Bororos y Tikunas: Existían prácticas homosexuales y hasta cinco variantes de género, vistas como funciones religiosas, políticas y sociales, no como algo que debía suprimirse.
- Mayas, Aztecas y Caribes: La homosexualidad era practicada y aceptada en algunas de estas culturas, con roles religiosos y sociales para personas consideradas de “dos espíritus”.
- Pueblos indígenas (Acoma, Hopi, Isleta, Laguna, etc.) Hay registros de “berdaches” o “dos espíritus”, hombres que tenían roles sociales y religiosos importantes dentro de sus comunidades.
- Brasil – Tupinambá: Entre los siglos XVI y XVII, hay relatos de aceptación de prácticas homoeróticas, donde el rol activo era considerado una proeza. También existía el travestismo entre los guaicurus, conocidos como “cudinhos”, que se vestían y desempeñaban tareas femeninas. Entre los bororos, era común que los jóvenes mantuvieran relaciones sexuales entre ellos en espacios masculinos exclusivos.
- Perú – Mochica y Chimú: La cerámica mochica muestra escenas homoeróticas, lo que sugiere una aceptación social. En los Andes, especialmente en Chinchaysuyo, la homosexualidad era tolerada e incluso considerada un acto sagrado. Había prostíbulos masculinos que atendían a los soldados. Entre los incas, existía una deidad llamada “holjoshta”, vinculada a mujeres lesbianas.
- Chile y Argentina – Mapuche: Antes de la colonización, la sociedad mapuche reconocía a hombres que mantenían relaciones homoafectivas y permanecían solteros como “malleo”. Eran aceptados y podían desempeñar funciones espirituales como “machi”, con una fluidez de género que desafiaba las normas coloniales.
- Ecuador – Huancavilca: Los “enchaquirados” eran hombres que usaban adornos femeninos y mantenían relaciones homoafectivas con líderes durante ceremonias religiosas. Tenían roles sacerdotales y alto estatus. Hoy en día, descendientes de esta cultura, como los de Engabao, celebran y rescatan este legado.
- Colombia – Tikuna En la Amazonía colombiana, las relaciones homoafectivas formaban parte de las reglas de exogamia del clan, fortaleciendo lazos intertribales. Además, culturas precolombinas como los taironas reconocían deidades intersexuales y roles de género diversos.
Legado del Colonialismo LGBTQ+
La diversidad de género y orientación sexual era parte de muchas culturas originarias, con roles específicos como chamanes o sanadorxs.
Varios países de América Latina han logrado avances importantes en derechos LGBTQ+ en los últimos años: protección legal, reconocimiento de relaciones entre personas del mismo sexo, matrimonio igualitario y adopción.
Sin embargo, más allá de las leyes, las personas LGBTQ+ siguen enfrentando discriminación, violencia y retrocesos políticos. Además, la historia e influencia de los pueblos indígenas sigue siendo ignorada o invisibilizada. Lo mismo ocurre con las personas LGBTQ+ en varios países europeos. Todo esto es parte del legado de persecución y conversión impuesto por el colonialismo.
Cuando se trata de derechos LGBTQ+, Europa presenta un escenario de contrastes. La Unión Europea (UE) tiene leyes sólidas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Muchos países miembros reconocen las uniones entre personas del mismo sexo y legalmente permiten la autodeterminación de género. Aun así, el camino hacia la igualdad plena está lejos de estar garantizado.
Por ejemplo, el Reino Unido ha descendido considerablemente en los rankings de países más amigables con la comunidad LGBTQ+ en Europa. Esto se debe, en parte, a la falta de acción para prohibir las terapias de conversión y las crecientes tensiones en torno a los derechos trans, especialmente en el acceso a la salud. Aunque la Ley de Igualdad de 2010 ofrece protecciones y el matrimonio igualitario está legalizado desde 2014 (y en Irlanda del Norte desde 2020), queda mucho por hacer.
Este panorama no es exclusivo del Reino Unido. Los discursos de odio y la violencia amenazan los derechos LGBTQ+ en distintas partes de Europa, demostrando que la lucha sigue.
Realidad de Latines LGBTQ+ Buscando Asilo en Europa
La historia de persecución hacia la comunidad LGBTQ+, agudizada por el colonialismo, no es solo un recuerdo del pasado. Se manifiesta hoy de forma brutal en la realidad de muchxs que buscan refugio. Cientos de personas LGBTQ+ de América Latina se ven forzadas a abandonar sus hogares, huyendo de la discriminación, la violencia y la criminalización en sus países de origen. En muchos casos, simplemente ser quien son puede costarles la vida.
Solicitar asilo es un proceso lleno de obstáculos. Las personas LGBTQ+ refugiadas enfrentan una doble discriminación: por su orientación o identidad, y por ser migrantes. Muchas veces deben probar sus historias ante autoridades escépticas y enfrentan nuevas formas de trauma en los centros de acogida. Faltan recursos, apoyo especializado y comprensión real de sus vivencias.
ncluso al llegar a Europa, la vulnerabilidad persiste. Lxs migrantes LGBTQ+ enfrentan aislamiento, barreras culturales y lingüísticas, xenofobia y, en ocasiones, discriminación dentro de sus propias comunidades migrantes. La necesidad de espacios seguros y apoyo específico es urgente. Es aquí donde iniciativas como SOMOS se vuelven vitales: ofrecen un espacio de pertenencia, apoyo emocional, información práctica y un refugio para vivir con autenticidad y comenzar de nuevo.
SOMOS: Reparación ante el Colonialismo LGBTQ+
Frente a esta realidad, SOMOS es una red de apoyo. Nuestro objetivo es crear un espacio de acogida, información y conexión para brasileñxs y latines en Europa, sin importar su orientación sexual o identidad de género. SOMOS la unión de diversas vivencias latinas con un mismo propósito: encontrarnos y fortalecernos en este continente.
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